martes, 9 de octubre de 2012

Nosotros, los jóvenes...


                                                                                                               Por Fernanda Novo.

Normalmente, admitimos estar "cansados" de estudiar. Pero lo que en realidad, la mayoría no comprende, hasta el último momento es que ya somos alumnos de tercer año de bachillerato, que tenemos 18 años y no 10, que no tenemos todo el tiempo del mundo para decidir que queremos hacer, al menos sin esperar, ser desplazados por muchos jóvenes que piensan continuar estudiando. Lo mismo que le sucede a nuestros padres, que comienzan a sentir las exigencias de los nuevos mercados laborales, nos sucederá a nosotros, si en ese lapso de reflexión sobre "lo que quiero hacer de mi vida", no nos planteamos las preguntas correctas.

Durante nuestra infancia, solemos jugar a ser esto o aquello, y  hasta cuando nos preguntan que queremos ser de grandes y nosotros contestamos "- Astronauta, bailarina, veterinaria, maestra, cantante...".
Y los adultos lo encuentran gracioso, gracioso porque piensan que cuando somos niños no sabemos lo que queremos. Después esto se traslada a la adolescencia, bajo la excusa de "no tenes edad de hacer X cosa".

Lo cierto es que cuando sos niño ya tenes un modelo a seguir, casi siempre de algún padre o hermano mayor, o de una maestra o jugador de fútbol  Y sabes que querès hacer esto. Pero cuando pisas la adolescencia, te das cuenta, de que la mente se va reduciendo, y no digo en tamaño, sino que se va cerrando a los parámetros de lo que la sociedad espera de vos como ciudadano.

Ya es la adolescencia una etapa llena de decisiones por tomar, y como si no bastara, también tenemos que dar un ultimátum en cuanto a lo que queremos dedicarnos, nunca se convierte en una desicion autónoma  Siempre nos dejamos llevar por lo que quieren los demás  y nos damos cuenta, tarde, de que es nuestra vida, que podemos ser lo suficientemente maduros para afrontarla y ser como queremos ser, de la manera que queremos ser.

Ahora ya no somos niños. Ahora ya sabemos que debemos colaborar para ser alguien en la vida, que nadie tiene la obligación de impulsarnos. Elegir si vamos a la capital a estudiar en una Facultad, y nos dormimos en los laureles de la aceptación social, o quedarnos en nuestro departamento y soportar por el resto de nuestras vidas que la sociedad te juzgue. Porque encima eso, te juzga por no querer hacer lo que la mayoría hace.
Sin desvalorizar a los abogados, doctores o escribanos; que después de recibirse se hacen un marco para el diploma y son llamados "Licenciados en esto o aquello". Y los jóvenes que quieren permanecer en su departamento y estudiar un oficio o cualquier otra cosa, son considerados "mediocres", "con un futuro limitado", como escuche a unas personas decir.

¿Que sabe la gente? no saben si ese joven que se fue a Montevideo fue con mil sacrificios de su familia, o si se fue para estar lejos de los padres y que nadie lo controle. No saben si ese joven que se quiere quedar, quiere seguir el ejemplo de la mejor maestra que tuvo, o de sus padres, o del vecino, que es un excelente carpintero. O se quiere quedar y transformarse en un NINI. Lo que sabemos es que todo oficio o cualquier profesión que se cursa en el interior, esta siendo considerada como inferior a las de la capital.

Pero cuando de juzgar a los demás se trata, están todos en primera fila. Yo me pregunto, si a la hora de juzgar ciertas fallas del sistema educativo y proponer soluciones como la gente para que se termine esta discriminación a los jóvenes, ¿van a estar todos en primera fila?  No, obviamente, no. Ahí nadie va a dar la cara, ahí es cuando se le echa la culpa al otro. Ahí es cuando enterramos el tema y dentro de unos años decimos:"no se como llego a esto  la educación". ¿Como llegó?  Tengo una respuesta. Llego a esto, porque le damos la espalda como sociedad a gente que es tan importante en la formación de las personas: Maestros, Profesores, Carpinteros, Mecánicos .. y muchos mas. Son tan importantes como los señores Doctores, Abogados, Escribanos...pero la gente no lo sabe reconocer.

En lo personal, quiero ser Maestra, siempre lo quise ser. Eso implica quedarme en mi departamento y estudiar 4 años, contando con que vaya todo bien. Generalmente, cuando me preguntan que quiero ser y les digo, la cara les cambia y me responden "-¿ Maestra ? mmm, pero a vos te da la mente para mas". No, no me da para mas. No me da para estudiar algo que no me gusta solo por experimentar el ser aceptada por la sociedad y que me adulen por el resto de mi vida. No me da tampoco, para entender lo que piensa la gente acerca de los educadores. Piensan que maestros y profesores tienen una tarea fácil. Fácil  la ve el que no hace nada, el que se va tranquilo a la casa después de haber enseñado mal a 30 niños la tabla del 2.

Fácil la ve aquel profesor, que porque esta sujeto a 45 minutos y nada mas, les pone cualquier tarea para entretener a los jóvenes. Aquel profesor que miras a la cara y ya te das cuenta de que esta allí por obligación y no por vocación, esos son los peores. No, lo peor es que piensan que nosotros los jóvenes no nos damos cuenta. ¿Que somos? ¿Marcianos?, no. Por los comentarios sacamos hasta de que partido político es, pero de eso no se habla, así que se hacen los malos para ocultar todas esas fallas en su proceso de formación.
Enseñar a enseñar, eso hacen los Institutos de Formación Docente. Yo pienso que tendrían que enseñar a aprender también  porque no es pecado que el docente se anime a aprender con nosotros, es mas, hasta son esos tipos macanudos, de los que te acordas porque te hizo sentir importante en el aula, cuando no sabia algo y te pide ayuda.

Recalco, obligación y vocación no es lo mismo. No es lo mismo ir a un aula y comportarse como robot por 45 minutos, tratando de transmitir miedo y dejarle claro quien manda al alumno; que ir, tratar de ganar la confianza de los alumnos y explicar todo en términos que lo entiendan. Nosotros no somos ignorantes, sabemos quien manda, pero cuando estás en el liceo, ya sos grandecito y podés llegar a un acuerdo con el docente. La inflexibilidad espanta, y es el principal síntoma que presenta el docente cuando no esta seguro de lo que esta enseñando: INSEGURIDAD se le dice.

En un alumno, cuando no expresa correctamente una idea se le llama "no existe sintáxis", y hasta una casilla en la libreta debe de tener. Cuando un alumno, insiste en una idea, el profesor inflexible lo califica de "inadecuado" y sos el "inadaptado por llevar la contra". Ahora, cuando un profesor, no expresa correctamente una idea y vos como alumno tratas de aprenderla tal cual, sufrís las consecuencias después  y no le echas la culpa a nadie. Cuando el docente inflexible insiste en una idea, y no se abre a las de los alumnos, nosotros no podemos juzgarlos. Lo cierto, es que ese profesor tendría que figurar como un "mutilador de la actitud critica", pero no, no podemos ser tan ilusos, lo siguen llamando Profesor.